EL CASI CRISTIANO, Por John Wesley

Este es el tiempo creo yo, que Dios nos llama a volver a la senda antigua para aprender e imitar a los “grandes” hombres de la fe y predicadores del Evangelio. Este mensaje de John Wesley lo he divido en dos partes, con el propósito de facilitar el análisis y meditación y así escuchar atentamente la voz del Espíritu Santo: La Primera parte lo que es ser “casi cristiano” y la próxima semana la segunda y última parte del mensaje lo que “es ser cristiano”.

 

Este mensaje lo predicó John Wesley en 1741, sin embargo, sigue siendo un mensaje relevante en la actualidad.

 

La traducción del mensaje es libre para facilitar la lectura y comprensión del mensaje.

 

"Casi me persuades a ser cristiano." (Hechos 26:28)

 

Y hay muchos que llegan hasta este punto: Desde que el cristianismo está en el mundo, ha habido muchos en cada época y nación, que fueron casi convencidos a ser cristianos. Pero al ver que de nada vale ante la presencia de Dios, el llegar tan só­lo hasta este punto, es de la mayor importancia que conside­remos:

 

Primero, lo que significa ser casi cristiano.

Segundo, lo que es ser cristiano por completo.

 

CARACTERISTICAS DEL “CASI CRISTIANO”

 

1. (I) 1. El ser casi cristiano quiere decir: En primer lugar que hay una justicia pagana.

Aun los paganos comunes esperaban unos de otros cierta justicia, y muchos la practicaban. Ellos fueron enseñados que no debían ser injustos, que no quiten los bienes de sus prójimos, que no opriman a los pobres, que no usen extorsión contra nadie, que no engañen en los negocios, y en lo posible, no deber nada a nadie.

 

2. Más aún: la mayoría de los paganos comunes estimaban la verdad y la justicia. Por tanto, ellos abominaban al que jura en falso, al que invocaba a Dios como testigo por una mentira, y también abominaban al que calumniaba a su prójimo y al mentiroso.

 

3. Además, ellos esperaban cierto misericordia y ayuda mutua unos de los otros. Esto incluía alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos, y en general, dar a los necesitados las cosas que uno mismo no necesitaba. Hasta este punto llegaba la justicia pagana, justicia que también poseen los que casi son cristianos.

 

(II) 4. Una segunda cualidad del que casi es cristiano, es el tener una forma de piedad, de aquella piedad que se menciona en el evangelio de Cristo, el tener la apariencia exterior de un cristiano verdadero.

Por consiguiente, el casi cristiano no hace nada de lo que el evangelio prohíbe. No toma el nombre de Dios en vano, bendice y no maldice, no jura, sino su comunicación es sí, sí, no, no. El no profana el día del Señor. El evita todo adulterio, fornicación, impureza, y aun toda palabra o mirada que pueda tener esta tendencia. El se abstiene de toda palabra ociosa, toda malicia, y todo tipo de bromas necias - en breve, de toda cosa que entristece al Espíritu Santo.

 

5. El se abstiene del "vino en el cual hay disolución", de fiestas y de la glotonería. El evita, por cuanto dependa de él, todo conflicto y contención. Y si sufre alguna injusticia, voluntariamente no lastiman, ni afligen, ni oprimen a nadie. En todo lo que hace y dice, actúa según la regla: "Lo que no quieres que los demás te hagan a ti, tu no les hagas a ellos".

 

6. El se esfuerza para hacer el bien a muchos; no se limita a obras fáciles y que cuestan poco esfuerzo, sino trabaja y sufre en bien de muchos. Mientras tiene la oportunidad, hace toda clase de bien, para todos los hombres, tanto para sus almas como para sus cuerpos. El reprende a los malvados, instruye a los ignorantes, anima a los buenos, consuela a los afligidos, los que duermen espiritualmente procura despertar, y guía a los que Dios ya despertó al "Manantial abierto que limpia del pecado y de la impureza". Amonesta también a los que ya son salvos por la fe, a honrar en todo el Evangelio del Señor Jesús.

 

7. El que tiene esta forma de piedad, usa también los medios de la gracia, en todas las oportunidades. Con frecuencia asiste a la casa de Dios - y esto no con una actitud de vanidad o de indiferencia, sino con seriedad, mostrando santidad y poniendo atención a cada parte del servicio. Especialmente cuando se acerca a la mesa del Señor, no lo hace liviana o descuidadamente, sino lo  hace con una actitud que no dice nada más que: "Dios, ¡ten misericordia de mi, que soy pecador!"

 

8. A esto añadimos la practica constante de la oración en familia, y el hacer su  devocional en privado ante la presencia de Dios, observando una conducta correcta, tendremos una idea completa de aquellos que practica el cristianismo exteriormente y tienen forma de  piedad. Entonces, falta solo una cosa más para que esta persona sea casi un cristiano, esto es: la sinceridad.

 

LA SINCERIDAD

 

(III). 9. Sinceridad quiero decir, un verdadero principio interior del cristianismo, de donde fluyen estas acciones exteriores. Y si no tenemos esto, entonces no tenemos la justicia pagana – ni siquiera en la manera como lo demanda un poeta epicúreo. Aun este pobre perdido, en sus momentos sobrios, es capaz de testificar:

 

"Los hombres buenos evitan el pecado por amor a la virtud; Los hombres malos evitan el pecado por miedo al castigo."

 

De manera que, si alguien se abstiene de hacer lo malo, solo para evitar el castigo, el pagano ni siquiera lo toma por un buen hombre.

Entonces, si alguien no solo se abstiene de hacer lo malo, sino hace muchas obras buenas y usa todos los medios de la gracia, pero lo hace solo para no ser castigado, o para no perder a sus amigos o sus bienes o su reputación. De este hombre no podríamos decir que casi es un cristiano. Si no tiene mejores intenciones en su corazón, es solo un hipócrita.

 

10. Por tanto, la sinceridad tiene que estar presente necesariamente en un casi-cristiano; un verdadero deseo de servir a Dios y un deseo de hacer su voluntad. Es el principio que lo impulsa  al casi-cristiano a tener un deseo sincero de agradar a Dios en todas las cosas, en toda su conversación, en todas sus acciones y a usar los medios que Dios ha instituido.

 

11. Ahora probablemente alguien preguntará: "¿Será posible que alguien llegue hasta este punto, y sin embargo, sea solamente casi un cristiano? ¿Qué más, se necesita para ser completamente un cristiano?"

Yo respondo, Primero, que sí es posible llegar hasta este punto y ser nada más que un casi-cristiano. Esto lo aprendí no solo por la Palabra de Dios, sino también por la experiencia.

 

12. Hermanos, grande es mi audacia al hablar a ustedes este asunto. Y perdónenme esta falta, si yo declaro mi propia locura desde las azoteas, por causa de ustedes y del evangelio. Permítanme, entonces, hablar libremente de mi propia persona. Yo estoy dispuesto a humillarme y hacerme más vil para la gloria de Dios.

 

13. Yo mismo llegué hasta este punto y viví así por muchos años; diligentemente evitando toda maldad, para tener una consciencia completamente limpia. Redimiendo el tiempo, usando toda oportunidad para hacer bien a todos los hombres, constantemente usando todos los medios de gracia tanto públicos como privados. Esforzándome para actuar con seriedad en todo, y Dios es mi testigo, hacía yo todo esto con la mayor sinceridad, con un verdadero deseo de servir a Dios, para llegar a la vida eterna. Sin embargo, mi propia consciencia me dice, movida por el Espíritu Santo, que durante todo ese tiempo yo era solamente un casi cristiano.

 

 

 

 

4 responses
La vida de Wesley es un gran ejemplo para nosotros de como vivir para Cristo. No debemos ser religiosos, sino, servir a Dios con pasión,sabiendo nosotros de donde nos ha sacado.
Quiero agregar una Escritura y está en 2 Co. 3:14 y dice;
" Porque el amor de Cristo nos constriñe", es decir, que no nos deja otra opción mas que servirle.Cristo nos ha dado amor cómo no debemos de servirle? Que entendamos verdaderamente la gracia de su gracia en nuestras vidas.Nosotros no debemos de vivir como casi un cristiano(religioso) nosotros debemos de vivir como verdaderos cristianos. Un cristiano verdadero es aquel que se ha arrepentido de sus pecados y ha creido en Jesús y lo más importante, que le sigue, este es el verdadero cristiano.
Es vital EXAMINAR nuestro corazon...ser sinceros con nosotros mismos, quitando la benda de nuestros ojos que nosotros mismos pusimos alli y dejando que el Espiritu Santo nos revele si hay relogiosidad e hipocresia en nosotros.

Creo que MUCHOS, quizas la MAYORIA, si es que no TODOS, fuimos un casi cristiano. Pero entro un dia la poderosa Palabra de Dios en nuestro corazon, hubo una transformacion, un quebranto, cayo la benda de nuestros ojos y nos hizo verdaderamente libres de nuestra hipocresia y engano.

Tenemos que seguir predicando, ensenando, discipulando para que los casi-cristianos nos convirtamos en verdaderos, genuinos, sinceros cristianos apasionados por Jesus.

Pastor Mario...usted fue un instrumento utilizado por Dios para quitar esa benda de mis ojos! Mi pasion ahora es ser ese mismo instrumento en las manos de Dios.

Hermoso sermón; Gracias por publicarlo y muchos lo puedan ver. Me gustaría recibir material y sermones son maravillosos consejos para nuestra vida espiritual. Bendiciones y muchas gracias..
Me edifican mucho sus bosquejos